Mi gran propósito es ayudarte a escalar tu vida profesional mientras elevas tu calidad de vida soñada. Conozcámonos mejor.
En 2013...
Decidí creer en una voz interna que me decía que creara una comunidad en internet. La escuché y poco a poco se fue convirtiendo en mi empresa, en mi proyecto, en mi gran pasión.
Mi nombre completo es Tatiana Uribe Montoya, pero tú me puedes decir Tati :) Nací y vivo en Medellín, Colombia. Además de ser empresaria y amar lo que hago, vivo enamorada de la vida gracias a la construcción de mi proyecto de vida más grande: mi familia.
Tengo dos hijos: Valentino y Luca y soy esposa de Cris (@soycrislol) quien además es mi socio, así que créeme
cuando te digo que todo esto sin él, no sería posible.
En 2013...
Decidí creer en una voz interna que me decía que creara una comunidad en internet. La escuché y poco a poco se fue convirtiendo en mi empresa, en mi proyecto, en mi gran pasión.
Mi nombre completo es Tatiana Uribe Montoya, pero tú me puedes decir Tati :) Nací y vivo en Medellín, Colombia. Además de ser empresaria y amar lo que hago, vivo enamorada de la vida gracias a la construcción de mi proyecto de vida más grande: mi familia.
Tengo dos hijos: Valentino y Luca y soy esposa de Cris (@soycrislol) quien además es mi socio, así que créeme
cuando te digo que todo esto sin él, no sería posible.
Empecé a trabajar a mis 18 años en una constructora en el área comercial, mientras estudiaba Comunicación Social y Periodismo.
Recuerdo que me ponía blazer y tacones, en el fondo para ocultar un poco mi edad y no desentonar tanto con mis compañeras. Para mí todo este tiempo fue mágico.
Me impresionaba todo lo que me faltaba por aprender, pero me maravillaba todo lo que estaba aprendiendo.
Un día mi jefe me dijo: “tú eres una esponja, así que absorbe todo lo que más puedas, porque todo esto te va a servir para esa cantidad de sueños que tienes”.
Y sí, es que al mismo tiempo ya estaba apostándole a mi presencia digital. En unas vacaciones, unos meses antes de empezar este trabajo, abrí mi blog: Brújula de la Moda.
Y sí, es que al mismo tiempo ya estaba apostándole a mi presencia digital. En unas vacaciones, unos meses antes de empezar este trabajo, abrí mi blog: Brújula de la Moda.
Y sí, es que al mismo tiempo ya estaba apostándole a mi presencia digital. En unas vacaciones, unos meses antes de empezar este trabajo, abrí mi blog: Brújula de la Moda.
La verdad siempre me interesó más el desarrollo personal, pero en ese momento (2013) todo lo que veía era creadoras de contenido de Estados Unidos y México hablar de maquillaje y moda así que creí que yo también debía hacerlo así.
En ese momento de mi vida y la primera parte de mis veintes estuvo muy enfocada en producir.
Mi pensamiento estaba muy enfocado en trabajar duro, darme a conocer, adquirir experiencia laboral, porque según mis creencias, solo así lograría éxito profesional en una carrera como comunicación.
Quiero devolverme un poco en el tiempo para contarte que siempre anhelé con todas mis fuerzas ser mamá. Yo no sabía si iba a ser mamá con el novio que tenía en ese momento o con quién, pero ese era mi gran proyecto.
En 2015...
Mientras estudiaba, abrí una agencia digital. Solo invertí 10 USD para tener un dominio y a punta de tutoriales en YouTube, construí ese sueño. Seguía trabajando en mis redes sociales, la agencia empezó a despegar con un par de clientes y dos años después, me reencuentro con un amigo de la infancia que conocí en clases de teatro. Todo sucedió muy rápido.
Nos vimos después de 10 años por primera vez, a los 15 días ya éramos novios, a los 2 meses ya estábamos comprometidos y a los 8 meses de novios ya estábamos casados. (Si te gusta el chisme y las historias de amor aquí puedes escucharla toda).
Él trabajaba con su papá, pero no le gustaba ni 5. Le propuse que trabajáramos juntos y para él parecía un “no” definitivo. ¿Cómo trabajaríamos juntos si él era administrador y yo ya administraba la agencia? ¿Cómo trabajaríamos juntos si él no sabía nada de lo que yo necesitaba? Le propuse que le enseñaría lo básico del negocio: algo de Illustrator, algo de Photoshop y algo de edición. Así podría mirar si le gustaba y si no, buscaba trabajo en otro lugar.
En 2015...
Mientras estudiaba, abrí una agencia digital. Solo invertí 10 USD para tener un dominio y a punta de tutoriales en YouTube, construí ese sueño. Seguía trabajando en mis redes sociales, la agencia empezó a despegar con un par de clientes y dos años después, me reencuentro con un amigo de la infancia que conocí en clases de teatro. Todo sucedió muy rápido.
Nos vimos después de 10 años por primera vez, a los 15 días ya éramos novios, a los 2 meses ya estábamos comprometidos y a los 8 meses de novios ya estábamos casados. (Si te gusta el chisme y las historias de amor aquí puedes escucharla toda).
Él trabajaba con su papá, pero no le gustaba ni 5. Le propuse que trabajáramos juntos y para él parecía un “no” definitivo. ¿Cómo trabajaríamos juntos si él era administrador y yo ya administraba la agencia? ¿Cómo trabajaríamos juntos si él no sabía nada de lo que yo necesitaba? Le propuse que le enseñaría lo básico del negocio: algo de Illustrator, algo de Photoshop y algo de edición. Así podría mirar si le gustaba y si no, buscaba trabajo en otro lugar.
Si te soy muy honesta...
Fueron meses difíciles a nivel económico. Si algún día teníamos un antojito de pizza, la pagábamos con nuestra tarjeta de crédito a 36 cuotas. Pero yo tenía clarísimo que la salud mental de mi esposo estaba primero.
Cris (mi esposo), se obsesionó con todo lo que le enseñé. Pasaba horas y horas viendo tutoriales y haciendo cursos. De repente, era yo quien le tenía que pedir ayuda para un tema de diseño o de edición y en un abrir y cerrar de ojos, todos mis clientes querían tener a ese diseñador que hacía cosas tan buenas.
El diseñador era Cris, un administrador de empresas que se enamoró del mundo audiovisual superando todas las expectativas de cada cliente.
Así fue como me hice socia de mi esposo. Seguimos trabajando hombro a hombro por este sueño.
Si te soy muy honesta...
Fueron meses difíciles a nivel económico. Si algún día teníamos un antojito de pizza, la pagábamos con nuestra tarjeta de crédito a 36 cuotas. Pero yo tenía clarísimo que la salud mental de mi esposo estaba primero.
Cris (mi esposo), se obsesionó con todo lo que le enseñé. Pasaba horas y horas viendo tutoriales y haciendo cursos. De repente, era yo quien le tenía que pedir ayuda para un tema de diseño o de edición y en un abrir y cerrar de ojos, todos mis clientes querían tener a ese diseñador que hacía cosas tan buenas.
El diseñador era Cris, un administrador de empresas que se enamoró del mundo audiovisual superando todas las expectativas de cada cliente.
Así fue como me hice socia de mi esposo. Seguimos trabajando hombro a hombro por este sueño.
En el 2018 me doy cuenta de que estoy llena de responsabilidades: una agencia que sostener, clases de español, mi nuevo rol como esposa y todo lo que implica. Adicional, pasaba horas creando contenido para mis redes sociales y nada pasaba en términos de ingresos.
Ya era una adulta responsable que necesitaba optimizar mi tiempo y las entradas de dinero porque había un hogar que mantener.
Decidí entonces cerrar mi canal de YouTube, no publicar nada más y olvidarme de la idea de que en algún momento podría vivir de mi marca personal.
Pero Cris me propuso que hiciera el último intento hablando de lo que me apasionara en ese momento.
Después de hablarlo mucho, decidí que cambiaría todas mis redes sociales de Brújula de la Moda a Tati Uribe. Ya el nombre de la marca no me limitaría en temática y sería yo compartiendo los temas que me apasionaran en cada momento de mi vida. Recuerdo que en Instagram empecé a perder muchos seguidores y en YouTube también.
Sin embargo, hice un video para YouTube que se llamaba: “Cómo ganar 600 USD al mes dando clases de español por internet”.
Mi sorpresa fue grande. De tener 70.000 suscriptores con 100 reproducciones por video, pasé a tener los mismos 70.000 suscriptores con un video que alcanzaba las 100.000 reproducciones. Sin duda fue mi señal.
Empecé a documentar todo mi proceso de emprendimiento, un proceso que se dio sin inversión inicial de dinero.
Me volví una experta en generar ingresos por internet sin inversión inicial y compartirlo con otras personas que como yo, tenían el sueño de ser independientes, trabajar desde casa, tener un negocio, pero que no tenían capital inicial ni contactos.
Muchos seguidores se fueron, pero empezaron a llegar nuevas personas. Me demoré 5 años en tener 70.000 seguidores y en solo 3 meses logré llegar a 100.000.
Recibí mi primera placa de YouTube y por fin, después de 5 años, ese canal de YouTube estaba generando ingresos. ¡No me lo podía creer!
Mi primera especialización fue en Marketing Digital y Comercio Electrónico. Aprendí demasiado y cada cosa que iba integrando a mi negocio, la enseñaba.
En simultáneo, mi esposo y yo decidimos que seríamos papás (mi sueño de niña se estaba cumpliendo y yo no podía sentirme más feliz).
En junio de 2018 tuvimos esa prueba positiva que cambiaría nuestra vida y el rumbo de nuestro negocio para siempre.
Para ese momento yo sentía que todo a nivel profesional estaba funcionando bien. Teníamos una agencia digital con varios clientes, mi canal de YouTube ya estaba generando ingresos y nuestra economía iba mejorando mes tras mes.
Cris y yo teníamos demasiados sueños juntos y estábamos dispuestos a cumplirlos.
Para no hacerte la historia muy larga, me certifiqué en crianza respetuosa para ser la mamá que quería ser para mis hijos, empecé a mejorar mi relación con el dinero, me formé en neuroventas y con todos estos estudios encontré una constante que me apasionaba: el dominio de la mente y la potencialidad del cerebro humano.
Para ese momento yo sentía que todo a nivel profesional estaba funcionando bien. Teníamos una agencia digital con varios clientes, mi canal de YouTube ya estaba generando ingresos y nuestra economía iba mejorando mes tras mes.
Cris y yo teníamos demasiados sueños juntos y estábamos dispuestos a cumplirlos.
Para no hacerte la historia muy larga, me certifiqué en crianza respetuosa para ser la mamá que quería ser para mis hijos, empecé a mejorar mi relación con el dinero, me formé en neuroventas y con todos estos estudios encontré una constante que me apasionaba: el dominio de la mente y la potencialidad del cerebro humano.
Decido entonces formarme en Psicología del Éxito y BioReprogramación y ahora el gran propósito de mi vida, de mi empresa, es ayudar a millones de personas a que escalen su vida profesional, mientras elevan su calidad de vida soñada.
Hoy trabajo 4 horas al día, soy mamá presente, disfruto el tiempo de calidad con mis hijos. Puedo mirar a Valentino y a Luca a los ojos mientras juego con ellos y al mismo tiempo me siento plena con mi rol profesional que he aprendido a potenciar y a limitar porque creo firmemente que el trabajo se debe adecuar a mi vida y no mi vida al trabajo.
Gracias por estar aquí y por leer mi historia, estaré feliz de
acompañarte de alguna manera en tu proceso.
Con mucho amor,
Tati Uribe
Gracias por estar aquí y por leer mi historia, estaré feliz de acompañarte de alguna manera en tu proceso.
Con mucho amor,
Tati Uribe
© Derechos de autor del Grupo Agudelo Uribe . Reservados todos los derechos.
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